Marcando pasos cantando...
En homenaje a la gran Maria Elena Walsh, parte de nuestra infancia, de nuestras vidas.
viernes, 20 de junio de 2014
Canción del jardinero...
Mírenme, soy feliz
entre las hojas que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín.
Cuando voy a dormir
cierro los ojos y sueño
con el color de un país
florecido para mí.
Yo no soy un bailarín
porque me gusta quedarme
quieto en la tierra
sentir que mis pies tienen raíz.
Una vez estudié
en un librito de yuyo
cosas que solo yo sé
y que nunca olvidaré.
Aprendí que una nuez
es arrugada y viejita pero que puede ofrecer
mucha, mucha, mucha miel.
Del jardín duende fiel
cuando una flor está triste
la pinto con un pincel
y le toco el cascabel.
Soy guardián y doctor
de una pandilla de flores
que juegan al dominó
y después les da la tos.
Por aquí anda Dios
con regadera de lluvia
o disfrazado de sola
asomado a su balcón
Yo no soy un gran señor,
pero en mi cielo de tierra
cuido el tesoro mejor:
mucho, mucho, mucho amor.
(Canción del Jardinero)
Canción " La chacarera de los gatos"
Tres morrongos elegantes
de bastón, galera y guantes,
dando muchas volteretas,
prepararon sus maletas.
Miau, miau, miau, miau,
michi, michi, miau.
Toda la ratonería
preguntó con picardía:
–¿Michifuces, dónde van?
–Nos vamos a Tucumán.
Pues les han pasado el dato
que hay concursos para gato
los tres michis allá van
en tranvía a Tucumán.
Con cautela muy gatuna
cruzan la Mate de Luna,
y se tiran de cabeza
al Concurso de Belleza.
Mas como el concurso era
para gato... y chacarera,
los echaron del salón
sin ninguna explicación.
Volvieron poco después,
las galeras al revés,
con abrojos en el pelo
y las colas por el suelo.
Le maullaron la verdad
a toda la vecindad:
–¡Tucumán es feo y triste
porque el gato allá no existe!
Los ratones escucharon
y enseguida se marcharon.
Los ratones allá van,
en tranvía a Tucumán.
Poesía "Así es"
Así es
(María Elena Walsh)
El cielo es de cielo,
la nube es de tiza.
La cara del sapo
me da mucha risa.
La Luna es de queso
y el Sol es de sol.
La cara del sapo,
me da mucha tos.
miércoles, 18 de junio de 2014
Poniendole la voz a Maria Elena....
La historia sobre la creación del tema “Como la cigarra”
La apertura democrática que vivió la Argentina en 1983 disparó algarabía política y electricidad cultural. Caída la censura, el canto testimonial resurgió y, con él, muchos artistas perseguidos que se habían exiliado y mucho repertorio silenciado. En ese marco, diferentes versiones de “Como la cigarra” se transformaron en himnos de un momento histórico. A pesar de que parecía encajar a la perfección con el retorno a la democracia, esta composición de Walsh correspondía a la primera parte de la década del ’70 y su inspiración tenía un origen bien distinto.
“En realidad la había compuesto inspirada en los actores que pierden el tren, no pueden volver a trabajar y sufren una suerte de jubilación anticipada –aclara Pujol–. Era un canto de esperanza pensado para ellos. Pero después, como en tantos otros casos, las buenas canciones pueden asumir otros significados en circunstancias particulares y potenciarse casi hasta el infinito. La sensibilidad, voluntad y capacidad de María Elena para enriquecerse de diversos ámbitos y personalidades fue otra de sus grandes marcas.”
Manuelita: la tortuga
Manuelita vivía en Pehuajó
pero un día se marchó.
Nadie supo bien por qué
a París ella se fue,
un poquito caminando
y otro poquitito a pie.
Manuelita, Manuelita,
Manuelita vivía en Pehuajó
pero un día se marchó.
Nadie supo bien por qué
a París ella se fue,
un poquito caminando
y otro poquitito a pie.
Manuelita, Manuelita,
Manuelita, Manuelita,
Manuelita, dónde vas
con tu traje de malaquita
y tu paso tan audaz.
Manuelita una vez se enamoró
de un tortugo que pasó.
Dijo: -¿Qué podré yo hacer?
Vieja no me va a querer;
en Europa y con paciencia
me podrán embellecer.
-Manuelita -le dijo una perdiz-,no te vayas a París.
Tan coqueta querés ser,-Manuelita -le dijo una perdiz-,no te vayas a París.
parecés una mujer.
Las tortugas sin arrugas
se echan todas a perder.)
(Manuelita por fin llegó a París
en los tiempos de Rey Luis.
Se escondió bajo un colchón
cuando la Revolución,
y al oír la Marsellesa
se asomó con precaución.)
En la tintorería de París
la pintaron con barniz,
la plancharon en francés
del derecho y del revés,
le pusieron peluquita
y botines en los pies.
Tantos años tardó en cruzar el mar,que allí se volvió a arrugar,
y por eso regresó
vieja como se marchó
a buscar a su tortugo
que la espera en Pehuajó.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)